La ha dejado ahí, abandonada en medio de una gasolinera.
Han pasado dos horas y su amo no ha vuelto.
Está aturdida, sin saber qué hacer ni dónde ir.
La alegría me dejó
esta mañana.
Donde hubo confianza ahora hay
ansiedad,
extraña mezcla de soledad y miedo.
Nunca había probado esto que siento.
Desconocía cómo es
la tristeza.
La perra ha compuesto un turbador poema sobre desolación y desgarro. Un poema que ni tú ni yo vamos a leer.
ResponderEliminarNo sabes a qué
huelen la furia, el miedo...
Tu perro sí.
(AITOR SUÁREZ)
No sabes cómo
ResponderEliminarhuelen la furia, el miedo...
Tu perro sí.
Nadie estuvo en la cabeza de un perro pero debe de ser parecido a eso.
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